Vecinos de Barrio Naón contra las torres: el reclamo por preservar la identidad barrial

El Colectivo Barrio Naón presentó un proyecto en la Legislatura porteña para limitar la altura de las construcciones, proteger los espacios verdes y declarar la zona como Área de Protección Histórica.

El Colectivo Barrio Naón presentó un proyecto de Ley en la Legislatura de la Ciudad, con el apoyo de la diputada Claudia Neira (Unión por la Patria), en el que solicitan que el barrio “vuelva a la altura original de casas bajas, previa al Código Urbanístico que habilitó torres”. Además, la iniciativa busca la preservación del carácter residencial del barrio; la protección de las plazas y los espacios verdes; la realización de un catálogo de patrimonio cultural y arquitectónico; la participación vecinal en cada trámite urbanístico; y la suspensión de los permisos de obra mientras se trate la ley, entre otras propuestas.

Desde NUEVOS BAIRES hablamos con Luciana y Pablo, quienes nos contaron los orígenes del Colectivo Barrio Naón: “El colectivo nació de la preocupación compartida de vecinos y vecinas al ver que el nuevo Código Urbanístico habilitaba construcciones en altura que alteraban por completo la identidad de nuestro barrio. Comenzamos a reunirnos, primero de manera informal, para compartir información y experiencias, y luego nos organizamos con el objetivo de defender a Naón como un barrio de casas bajas, con escala humana, espacios verdes y vida comunitaria. Desde ese momento, entendimos que había que trabajar juntos para frenar el avance de proyectos inmobiliarios que no contemplan la realidad ni las necesidades de quienes vivimos acá”.

El proyecto de ley propone declarar a Naón como Área de Protección Histórica (APH), “lo que significaría establecer normas específicas que limiten la altura, conserven la tipología constructiva tradicional y protejan el carácter residencial del barrio”. Según explican, se apunta a garantizar que cualquier desarrollo futuro respete el patrimonio urbano, ambiental y social.

El Colectivo también cuestiona el nuevo Código Urbanístico porque “habilita corredores de torres y construcciones de gran escala sin haber evaluado los impactos sobre servicios, tránsito, napas de agua, espacios públicos ni la calidad de vida de los vecinos”. Y remarcan: Este modelo de ciudad prioriza la especulación inmobiliaria por sobre el derecho de las comunidades a habitar un entorno equilibrado y saludable”.

Sobre las obras ya en marcha, respondieron: “Sabemos que hay construcciones con permisos otorgados, pero proponemos que el Gobierno de la Ciudad las revise de manera integral, con estudios de impacto ambiental y urbanístico reales, y que se cumplan estrictamente las normativas de obra y de convivencia. En los casos en que las edificaciones superen parámetros lógicos y sostenibles para el barrio, pedimos que se suspendan o re adecúen”. Y concluyen: “No se trata de oponerse al progreso, sino de que el desarrollo urbano sea compatible con la identidad barrial y con una vida digna para quienes habitamos Naón”.

Situado en el extremo noroeste de Mataderos, el Barrio Naón se caracteriza por su diseño de casas bajas -muchas de estilo californianodistribuidas en una cuadrícula de manzanas alargadas. Su nombre rinde homenaje a Luis Naón, un terrateniente de la zona cuyo legado se remonta al mapa catastral de 1895. Previo a la polémica, desde el Gobierno de la Ciudad destacaban al barrio por su “ambiente tranquilo, con un bajo tráfico vehicular y una gran variedad de plazas y plazoletas, que lo convierte en un lugar atractivo para las familias”.

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