Uno de cada diez vehículos controlados en los accesos a la Ciudad termina secuestrado

Los accesos a la Ciudad de Buenos Aires se convirtieron en verdaderos filtros de control. Según los datos oficiales difundidos […]

Los accesos a la Ciudad de Buenos Aires se convirtieron en verdaderos filtros de control. Según los datos oficiales difundidos por el Ministerio de Seguridad porteño, uno de cada diez vehículos que atraviesa los puntos de inspección termina secuestrado. En los primeros dos meses del operativo reforzado se controlaron 36.000 autos y motos, y 3.826 fueron retirados de circulación.

El dispositivo se desplegó en los ingresos más transitados, entre ellos la avenida General Paz y los puentes sobre el Riachuelo, que conectan la Ciudad con el conurbano bonaerense. De los vehículos retenidos, 1.098 eran autos y 2.728 motos, mientras que 56 personas fueron detenidas por robo, encubrimiento o tenencia de drogas.

El operativo se apoya en el Anillo Digital, un sistema que ya cuenta con más de 800 pórticos lectores de patentes y es capaz de registrar tres millones de dominios por día. Esta red permite detectar autos con pedido de captura o vinculados a delitos en tiempo real. “Si venís a la Ciudad, venís a portarte bien”, repiten en el Gobierno porteño, donde aseguran que el 40% de los delitos son cometidos por personas que llegan desde el conurbano.

Los controles combinan cámaras de alta precisión con patrullas que operan en los accesos. Cuando el sistema identifica una patente con alerta, se activa una señal automática que permite interceptar el vehículo en segundos. La mayoría de los secuestros se debe a falta de documentación, robos y adulteración de patentes.

Mientras tanto, el tránsito sigue su curso entre sirenas y grúas. En los bordes de la General Paz, las luces azules se encienden cada pocos minutos. El ojo digital de la Ciudad —frío, constante, infalible— no pestañea: cada vez que un vehículo irregular intenta entrar, la pantalla avisa. Y la calle, implacable, hace el resto.

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