Los restaurantes porteños están entre los principales afectados por la situación económica. Desde la Asociación de Hoteles, Restaurantes, Confiterías y Cafés (AHRCC) aseguraron que la caída en el sector gastronómico alcanza el 30% en comparación con 2024, que también fue un año marcado por una recesión de impacto generalizado, según explicaron a Infobae.
Entre los principales motivos, se destaca un fuerte retroceso del turismo receptivo en la Ciudad. Según los últimos reportes del Observatorio Turístico, el ingreso de visitantes internacionales se redujo un 18% en lo que va del año (acumulado enero-septiembre). En consecuencia, durante los últimos meses cerraron sus puertas reconocidos restaurantes, como Franca, Sál, Citadino, Amador o Ya Cabrón (los dos primeros, recomendados por la Guía Michelin).
Además, parecería observarse un cambio de hábitos. De acuerdo con una encuesta realizada el año pasado por Sentimientos Públicos, “cenar afuera” es la primera actividad que la población argentina decide recortar por la situación económica, en comparación con otras experiencias, como salidas culturales, compra de vestimenta o escapadas turísticas.
Para contrarrestar esta crisis, el Gobierno de la Ciudad lanzó el programa Buenos Aires 24 horas, con aumento de la frecuencia y extensión del horario del transporte público, entre otras medidas, para “seguir potenciando la vida nocturna porteña”. La primera etapa se inicia durante noviembre, un mes que cuenta con destacados festivales en Buenos Aires. ¿Alcanzará para revertir esta caída de los últimos años?