De acuerdo con un informe de Fractal, la Ciudad de Buenos Aires apenas ofrece 5 metros cuadrados de espacio verde por habitante, a pesar de que la recomendación de la Organización Mundial de la Salud (OMS) es de un mínimo de 9. Por su parte, otras grandes ciudades, como Bruselas o Nueva York, cuentan con 30 y 13 metros cuadrados verdes por persona, respectivamente.
Este laboratorio de bienes públicos digitales, una iniciativa de la Fundación Bunge y Born, presentó un Atlas de Espacios Verdes, que reúne información clave sobre 33 aglomerados urbanos de la Argentina. Según lo relevado, 1 de cada 4 personas con menores ingresos no tiene un espacio verde cerca. “No es solo una cuestión de paisaje: el acceso al verde mejora la salud física y mental, reduce desigualdades y es clave para una ciudad más justa”, explican.
De acuerdo con estudios internacionales citados, las plazas y parques son accesibles en las ciudades cuando se encuentran a menos de 10 minutos de caminata. Con ese criterio, algunas zonas de los barrios de Boedo, Almagro, Villa Crespo, La Paternal, Villa Santa Rita, Parque Chas, Mataderos, Flores y Nueva Pompeya presentan los peores índices en la Ciudad.
Sin embargo, el promedio de Buenos Aires (menos de cuatro minutos de caminata) muestra mejores valores que otros grandes aglomerados urbanos, como los sectores humildes del Gran La Plata (más de 14 minutos en promedio), Gran Resistencia (más de 10 minutos), Rawson y Trelew (más de 25 minutos) o Santiago del Estero (más de 11 minutos).
Según distintas investigaciones recopiladas por UNICEF, quienes viven en ciudades con poco acceso al verde tienen más probabilidades de sufrir ansiedad, depresión e incluso enfermedades más graves. También se ve lo contrario: estar cerca de parques y plazas está vinculado con mejor salud mental, menos enfermedades crónicas y hasta mejores resultados en la escuela.