El espacio verde de la Ciudad que nació por accidente

La historia de la Reserva Ecológica Costanera Sur: 350 hectáreas de naturaleza que no siempre estuvieron ahí.

En los años 70, durante la dictadura cívico-militar, se impulsó el Plan de Autopistas Urbanas, que demolió barrios enteros para construir autopistas como la 25 de Mayo y una, que finalmente no se hizo, que pretendía desembocar en Avenida Corrientes.

Los escombros de esas demoliciones —ladrillos, cemento, restos de viviendas— fueron volcados al Río de la Plata para “ganarle terreno al río” y construir un futuro Centro Administrativo. Además de que no sabían qué hacer con esos escombros… Y como el río ya no era apto para bañarse -cuestión que sigue a día de hoy- lo usaron de basurero.

Ese proyecto del Centro Administrativo fracasó: el terreno resultó inestable e inundable para grandes edificaciones, y en 1984 fue abandonado. La naturaleza, sin embargo, hizo lo suyo: entre escombros y aguas contaminadas, la lluvia, el viento y el río transformaron ese terreno artificial en un ecosistema nuevo.

Empezaron a crecer plantas nativas. Y con la vegetación, llegaron los insectos, luego las aves, los peces y también los mamíferos. Y sin que nadie lo planeara… nació un humedal. Se terminó formando todo el ciclo de la naturaleza y, con el paso del tiempo, un ecosistema que empezó a funcionar por sí mismo.

A fines de los 80, gracias al empuje de organizaciones ambientalistas y vecinos, el espacio fue protegido oficialmente y, en 1986, se la declaró Reserva Ecológica. Desde entonces, es el pulmón verde más grande de la Ciudad, un refugio de biodiversidad… y un ejemplo poético de cómo la naturaleza puede recuperar su lugar.

Hoy la visitan miles de personas por año. ¿Vos ya la conocés? Está abierta todo el año, pero en primavera es especial. Caminala y disfrutá de este oasis verde, que conjuga política y naturaleza, y que es un símbolo de resiliencia.

Scroll al inicio