Edificio Peugeot: iba a ser “el más alto de Sudamérica” pero nunca se concretó

Se promocionó en la década de 1960 para la esquina de Libertador y Esmeralda. Conocé su historia.

Se realizó un concurso en el que se recibieron 226 anteproyectos provenientes de 55 países. Estuvieron expuestos en uno de los locales que se habían construido para la Exposición del Sesquicentenario de la Revolución de Mayo de 1960. La selección duró semanas.

Debían ser construidos dos auditorios para 500 y 250 personas, una sala de recepciones y tres restaurantes. También debían lograrse la mayor cantidad posible de m2 cubiertos para oficinas de alquiler, con una inversión prevista de USD 20.000.000.

Los anteproyectos presentados fueron objetos de numerosas discusiones y análisis posteriores por su osadía, creatividad y nivel de innovación. Algunos anticipaban la fisonomía que ese sector de la ciudad adoptaría años más tarde.

El anteproyecto ganador, de un estudio brasileño, resultó el más conservador de todos. Según Francisco Liernur era “convencional, cumplía con los cánones estéticos del más puro estilo internacional, resuelto con corrección, no aportaba nada diferente“.

Quizás por esa falta de arrojo, el edificio más alto de Latinoamérica nunca se realizó. Hoy ese sector de la ciudad está ocupado por edificios que no llegan a la mitad de altura y superficie del nunca concretado edificio Peugeot.

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